martes, 15 de junio de 2010

Que ya lo sé .
Que tengo que hablar mejor.Que me lo habéis dicho mil veces.
Que no puede ser. Que tanto taco no puede ser bueno.
Que me voy a ir al infierno. Que la boca con jabón. Que colegio de pago.
Que yastá bien...
Yo sólo puedo responder , que tenéis razón. Hay que hablar bien.
Y si se tercia, escribir mejor.

Las palabras. Los que saben, hablan de hermenéutica.
Los que no sabemos, simplemente hablamos.
De todos modos, últimamente, me estoy dando cuenta de que las cosas menos importantes ocurren cuando uno está hablando.
Desde que nos despertamos hasta que nos vamos a dormir,
no paramos de emitir sonidos, que si uno se lo para a pensar, son de lo más molestos, malgastados, tan salibados y estridentes, efímeros, vacíos, sordos.
Lo realmente importante está rodeado de silencio,
el silencio es el último rincón de los momentos clave.