lunes, 25 de abril de 2011


No se enamore nunca de ninguna criatura salvaje, Mr. Bell.
Esa fue la equivocación de Doc. Siempre se llevaba a su casa seres salvajes. Halcones con el ala rota. Otra vez trajo un lince rojo con una pata fracturada. Pero no hay que entregarles el corazón a los seres salvajes: cuanto más se lo entregas, más fuertes se hacen. Hasta que se sienten lo suficientemente fuertes para huir al bosque. O subirse volando a un árbol. Y luego a otro árbol más alto. Y luego al cielo. Así terminará usted, Mr. Bell, si se entrega a alguna criatura salvaje. Terminará con la mirada fija en el cielo.

Desayuno con diamantes. - Truman Capote.

sábado, 16 de abril de 2011

Luego vendrán los madremias ...

lunes, 11 de abril de 2011


Rafael Rosco Martín .

martes, 5 de abril de 2011

Lo mejor que he escrito hasta hoy
Ahí va...

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[Nota mental: Tiempo estimado de lectura: El que os dé la gana]