viernes, 22 de octubre de 2010

martes, 19 de octubre de 2010

LO IMPOSIBLE SÓLO TARDA UN POCO MÁS

Es sorprendente la diferencia abismal
entre la búsqueda de lo que sugiere el instinto
y lo que impone la sociedad engreída en sus propias convicciones.

viernes, 15 de octubre de 2010


“La monogamia , como el arte, no es natural, pero sí es posible
Lo natural es una retahíla de corazones rotos”

jueves, 7 de octubre de 2010

lunes, 4 de octubre de 2010

Mírate estas palabras.
Fíjate bien en cada una de ellas.
Morfemas que tú coloreas en fonemas cuando los vas pasando por el pincel de tu voz y el lienzo de tu cabeza.
Letras que jamás fueron inventadas para ser escritas, sino para ser leídas.
Idioma que jamás fue pensado para ser dicho, sino más bien para ser escuchado.
Ese debió ser el origen de todo. Escuchar lo que alguien tenía que decir, y no al revés, decir lo que otros tenían que escuchar.

No escuchamos. Ya nadie escucha.
Nadie repara en lo que dice el otro.
Estamos todos sumidos en un inmenso, solitario y ensordecedor silencio,
y lo mismo da que nos digan, nos expliquen, nos cuenten, nos avisen, nos chillen o nos susurren. Monólogos secuenciados que sólo guardan breves silencios para esperar impacientemente a que el otro acabe.

Andamos más sordos que mudos, mucho más preocupados por lo que nos pasa por la cabeza que por lo que nos estén diciendo. Y así nos va.

Creo que fue un austríaco con nombre de lavadoras, Wittgenstein, el que escribió que
los límites de nuestro lenguaje son los límites de nuestro mundo.
Y yo siempre he pensado que deberíamos escuchar más al lenguaje, porque suele dar acertadas pistas sobre el uso de las palabras.
Si utilizas el adjetivo "mi" antes de la palabra novia, esposa o amigo, la gramática te dice que eres un posesivo. Si explicas lo mucho que "amabas", su definición te responde que eso ya es pretérito, pasado y seguramente imperfecto. Tanto si hablas de "escuchando" que es gerundio, como si has "hablado" en participio, en ambos casos "conversas", que ya es muy presente e indicativo. Y cuando hablas de "enamorarse", viene el diccionario y te dice que mejor lo trates como reflexivo.

Escuchar no hace daño a nadie. Créeme, lo hemos probado todos alguna vez. En las relaciones sentimentales, los psicólogos dicen que es propio sola y únicamente del período de seducción, cuando el hombre habla para impresionar y la mujer escucha para hacerle creer que está impresionada.
Pero claro, eso de escuchar e interactuar, implica la peligrosa posibilidad de que alguien te pueda hacer cambiar de opinión. Y en los tiempos que corren, parece mucho más cómodo, rentable y por tanto correcto,
ser escuchado antes que escuchando
Emisor antes que receptor
muy sordo antes que un poquito mudo.

Yo, en realidad,
mientras escribía esto ya he cambiado un par de veces de parecer.
Debe ser que me escucho demasiado. [Risto mejide]

sábado, 2 de octubre de 2010

viernes, 1 de octubre de 2010

L os seres humanos necesitan un montón de cosas para sentirse vivos.
Familia, Amor, Sexo.
Pero sólo necesitamos una cosa para estar vivos de verdad.
Necesitamos un corazón que lata.
Cuando nuestro corazón se ve amenazado
respondemos con una de dos formas:
O corremos... o atacamos.
Hay un término científico para esto.
Luchar... o huir.
Es un instinto. No podemos controlarlo ...